Festividades
Cristianas
Cuando el cristianismo
se difundió entre los romanos, que no sabían nada del judaísmo pero mucho sobre sus
propias costumbres paganas, el nuevo
credo adaptó a sus propios fines las costumbres romanas.
Los mejores
ejemplos de flexibilidad para adaptación e incorporación al culto de costumbres
paganas tal vez sean festividades religiosas como la Navidad y la Pascua de
Resurrección.
Fiestas saturnales en el Imperio Romano |
Los romanos
consagraban el 25 de diciembre a Saturno, padre de los dioses y dios de la
agricultura, y las celebraciones recibían el nombre de saturnales. Por esa
fecha, todos los años el sol del medio día detiene su descenso hacia el Sur y
comienza su lento retorno hacia el Norte, y se celebraba el nacimiento del sol,
al tener la certeza de que el invierno
terminaría y de que la primavera regresaría. Durante las saturnales, del 16 al
25 de diciembre, había fiestas y banquetes, el vino se repartía generosamente,
y se acostumbraba intercambiar regalos. Las costumbres se relajaban y hasta a
los esclavos se les permitía participar en las festividades. Esta época del año
era celebrada también por otras
religiones. El mitraísmo por ejemplo, un culto oriental que fue el principal
competidor del cristianismo durante un par de siglos, celebraba el 25 de
diciembre como su principal festividad. Los cristianos sabían que el atractivo
de estas festividades era irresistible para el pueblo, y en vez de luchar
contra ellas, las adaptaron a sus creencias dándoles un nuevo uso. Puesto que
los Evangelios no dicen exactamente cuando nació Jesús, su natalicio se lo podía
ubicar en el 25 de diciembre tanto como en cualquier otra fecha. Esta fecha fue
adoptada por la Iglesia en el siglo IV (entre los años 354 y 360) y se
convirtió en la Navidad. Su celebración subsiste hasta hoy, y la fiesta de
Navidad aún hoy tiene algo de las características y costumbres de las antiguas
saturnales romanas.
La fiesta de la
Resurrección de Jesús se empezó a celebrar durante la Pascua, que es llamada
también Pascua florida por transcurrir en la época del florecimiento de las
plantas. Pero esta festividad no tiene una fecha fija como debería corresponder
a una celebración onomástica, pues la resurrección de Jesús debió acontecer en
un día determinado del año, sino que depende del calendario lunar y se celebra
el primer domingo después de la luna llena siguiente al equinoccio de
primavera, haciéndola coincidir con la Pascua judía, fecha en que los hebreos
celebraban el fin de su éxodo desde el año 621 a.C., y también coincidía con la
conmemoración romana de la resurrección anual de Adonis, dios solar agrario,
que resucitaba junto con la naturaleza al llegar la primavera y terminar el
invierno. Durante esta conmemoración tenía lugar la costumbre ritual, extendida
entre los pueblos antiguos, de regalarse unos a otros “huevos de Pascua”. La Iglesia,
no pudiendo eliminar esta fiesta pagana por su gran popularidad, se la apropió
y la convirtió en la Pascua de Resurrección.
Las representaciones paganas se cristianizaron. Representaciones de Isis con su hijo Horus y de María con Jesús. |
La fiesta de la
llegada de los Reyes Magos, el 6 de enero, se estableció para cristianizar una
festividad de la Ciudad de Alejandría en Egipto, segunda ciudad en importancia
del Imperio Romano. Ese día se celebraba el festival de la Doncella Core,
identificada con la diosa Isis, y el nacimiento de su hijo Aion, identificado
con Osiris. Desde hacía milenios, la aparición de la estrella Sirio en el
horizonte del amanecer anunciaba el desbordamiento de las aguas del río Nilo
con las que el dios resucitado Osiris fertilizaba y daba nueva vida a todo el
valle del Nilo.
Otra fiesta que
los cristianos adaptaron y que también existe en nuestros días, es el 29 de
junio, día de San Pedro y San Pablo, fecha en la que en el Imperio Romano había
grandes celebraciones en honor de Rómulo, fundador de Roma. Esta fiesta la celebraban los cristianos romanos con pompa y
procesiones, costumbres que aún existen en varias regiones del mundo.
En nuestra época, son pocas las personas que conocen los orígenes paganos de nuestras festividades cristianas.
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