Archivo del Blog

lunes, 1 de febrero de 2016

6 - Nerón



Nerón

Busto del Emperador Nerón
Desde el año 54, un nuevo emperador ocupaba el trono de Roma. El emperador Claudio había sido envenenado por su cuarta mujer, Agripina, y el quinto emperador de Roma fue Nerón, hijo de ella de un matrimonio anterior. El emperador Nerón es recordado por sus extravagancias, su gobierno tiránico y por organizar la primera persecución del Imperio contra los cristianos.

En el año 64 hubo un gran incendio en Roma, incendio que la posteridad ha asociado al recuerdo de Nerón. Durante seis días enteros el incendio se extendió por los barrios populares (construidos en madera y superpoblados) y redujo a cenizas la mitad de la ciudad. No fue el primer incendio de Roma ni sería el último, pero parece que fue el peor de su historia. Nerón estaba en Antium (la moderna Anzio), en la costa, a 150 kilómetros al sur de Roma cuando el fuego empezó. Al recibir las noticias del incendio, Nerón volvió apresuradamente y ordenó tratar de controlar el incendio y organizar refugios temporales para los que se habían quedado sin hogar.

Incendio de Roma del año 64
Nerón tenía manía por el arte escénico, y dice la tradición que, desde una alta torre, contemplaba el terrible e impresionante espectáculo de la ciudad en llamas  iluminando el horizonte; pidió una lira e improvisó un poema sobre el incendio de Troya. Comportamiento tan inconcebible le hizo sospechoso de haber incendiado él mismo la ciudad. Y en efecto, se observó que el incendio se originó por segunda  vez en los parques de Tigelino. Además, después del incendio, Nerón aprovechó los amplios espacios que dejaron las casas carbonizadas de Roma, para construir un palacio imperial sin igual en el mundo.

Culpable o no, Nerón alejó de sí las sospechas culpando a los cristianos de Roma.  Era fácil excitar al pueblo contra estos orientales. Los cristianos de entonces eran casi todos griegos y judíos, gentes que despreciaban e injuriaban a los dioses que siempre protegieron al Estado romano, haciendo de él la primera potencia del mundo. Podía esperarse todo de parte de aquellos impíos, incluso un incendio gigantesco y criminal. Sus profetas anunciaban que bajaría fuego del  cielo y aniquilaría la capital por sus pecados, e incluso después del incendio aún se atrevían a decir que el incendio fue un castigo que su dios envió a los  idólatras. Mediante torturas se arrancaron confesiones, y se inició la primera  persecución del Imperio contra los  cristianos. Muchos fueron crucificados; otros revestidos con pieles de animales, fueron arrojados a las fieras del circo, o a los perros. Otros fueron encerrados en sacos untados de pez y quemados vivos para iluminar los jardines de Nerón durante las fiestas nocturnas. Según la tradición, los apóstoles Pedro y Pablo estuvieron entre los Mártires ejecutados por Nerón.

Cristianos mártires en el circo romano
Probablemente los cristianos en tiempos de Nerón fueron perseguidos no solo por  ser sospechosos del incendio, sino también por su religión. Según varios  historiadores, las persecuciones tuvieron desde el principio carácter político- religioso. Los romanos eran muy tolerantes en materia religiosa; en general,  acogían  gustosos  a los dioses extranjeros. Los cristianos tenían derecho a introducir en Roma un nuevo dios y adorarle libremente, y Roma no vería nada de anormal en ello. Pero los romanos exigían reciprocidad. Roma no podía tolerar que los adeptos del nuevo dios rehusaran ofrecer sacrificios a los dioses romanos, y se negaran a que su dios ocupara un puesto en el Panteón romano, entre los demás dioses. Al principio esto causó extrañeza, irritación después, y odio cuando los cristianos demostraron aversión por los sangrientos juegos del circo. Y puesto que los cristianos no participaban en el culto imperial, eran considerados ateos, radicales peligrosos y posibles traidores.

Pero las persecuciones fueron llevadas a tales extremos que hasta el populacho romano sintió piedad. En definitiva, tales persecuciones hicieron más para estimular el crecimiento del cristianismo que para impedirlo.



 CAPÍTULO SIGUIENTE:    La destrucción del templo de Jerusalen


Los capítulos publicados hasta ahora se pueden consultar en el Indice de capítulos publicados.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario